El grupo funciona porque se trata de un espacio de expresión y contención, un espejo que refleja lo nos sucede a través de las experiencias de alguien más, un sitio para ayudar y recibir ayuda, para trabajar invirtiendo sanamente la energía en aprender a modificar nuestra relación con la comida, un lugar de exploración de uno mismo, de auto-conocimiento: las respuestas están en nosotros y el grupo ayuda a descubrirlas.

En general, quien tiene sobrepeso socializa menos, no realiza las mismas actividades que cuando estaba en forma, ha dejado de hacer cosas que lo hacían feliz y sufrió algún tipo de discriminación, más o menos explícita. Una persona con sobrepeso no está al 100% de su potencial, sin embargo, la buena noticia es que la recuperación es totalmente posible, lo que queda en evidencia gracias a los testimonios de miles de alquistas en la Argentina y en el resto del mundo.