ALCO puede beneficiar no solamente a quien un día pensó “ya no puedo seguir así”, sino también a quien hace años se mantiene en su peso, luego de haber bajado unos kilos. Ambos reconocen la ausencia de control con la comida: quien tocó fondo porque no puede hacerle frente ahora, y quien se mantiene porque sabe que la ausencia de control se encuentra latente y que cualquier descuido o tropiezo puede ser el principio de una recaída.
Por otro lado, habitualmente recibimos en nuestros grupos a personas que han realizado variedad de dietas y tratamientos, para quienes ALCO parece ser la última esperanza luego de probar con incontables alternativas milagrosas que prometían mucho pero, al final, cumplieron poco y nada.